Lipofilling vs Ácido Hialurónico

A medida que pasa el tiempo, el proceso natural de deterioro hace mella en la estructura facial. La piel pierde firmeza y turgencia, y los volúmenes de las bolsas de grasa se descuelgan y adelgazan. Es por ello que los productos de relleno son las grandes estrellas la hora de poner solución a los signos del envejecimiento facial. Dos de los más conocidos y utilizados son el ácido hialurónico y el nanofat, también conocido como nanograft o lipofilling. En este artículo veremos en qué consisten, sus diferencias, las ventajas y desventajas de cada uno y qué técnica de rejuvenecimiento es la más adecuada según el caso.

 

Lipofilling o nanofat

El nanofat es una técnica mediante la cual el cirujano extrae una pequeña cantidad de grasa del paciente, generalmente de áreas de grasa localizada (abdomen, muslos…), para después procesarla e injertarla en las zonas a tratar. A pesar de estar catalogada dentro del lipofilling, la gran diferencia es que el procesamiento de nanofat permite aislar las células madres presentes en el tejido adiposo, lo que supone una trascendencia en esta categoría debido a sus beneficios y mayor efectividad regenerativa.
Con Lipocube Nano, además de que el procedimiento del procesamiento de la grasa tiene una duración de no más de 30 minutos , procesa la grasa en injertos de tamaño micro (relleno de grasa normal) y nano (concentrado de stem cells o células madre) según la profundidad de la zona a transferir (nivel subcutáneo y cutáneo, respectivamente).

 

Ácido Hialurónico

El ácido hialurónico posiblemente sea el relleno más conocido hasta la fecha. Es un producto biológico que, de forma natural, es un componente que podemos encontrar en nuestra piel. Uno de los atributos más importantes del ácido hialurónico es su capacidad de retención del agua. Esto permite una hidratación máxima en el área a tratar, consiguiendo una piel más firme y alisada.
Hay una gran cantidad de marcas de ácido hialurónico en el mercado y principalmente se pueden encontrar dos tipos: reticulado, más denso y centrado en el relleno de volumen, y no reticulado, con una consistencia más ligera y cuya aplicación principal es para conseguir una hidratación profunda. Se inyecta en la dermis en formato de gel.

 

Ventajas y desventajas del ácido hialurónico

Las ventajas del ácido hialurónico como tratamiento de rejuvenecimiento facial son las siguientes:
No se requiere ingreso hospitalario, la infiltración se hace en consulta.
– El paciente puede seguir con su rutina normal tras realizarse el tratamiento.
– La recuperación es rápida, tan solo se presenta algo de inflamación y hematomas.
– Es un material compatible y de gran seguridad.

También cuenta con una serie de desventajas que presentamos a continuación:
– No es duradero. Es una substancia reabsorbible y no dura más de un año.
– Al tener que repetir el tratamiento periódicamente si queremos conservar el efecto, se invierte una gran cantidad del dinero.
– El precio del vial ya de por sí es elevado. Cuanto mayor es la zona a tratar, más elevado será el coste del tratamiento.

 

Ventajas y desventajas del lipofilling (nanofat)

Entre las ventajas del uso de nanofat como tratamiento de rejuvenecimiento facial encontramos las siguientes:
– Es un tratamiento duradero.
– En comparación a otros rellenos faciales, los riesgos y efectos secundarios son nulos puesto que se trata de un producto autólogo.
– Además del relleno de volumen, aporta revitalización y mejora la calidad de la piel gracias a las células madre.
– Tiene una gran cantidad de aplicaciones diversas.
Menor coste que otros tratamientos.

También cuenta con algunos inconvenientes:
– Es una técnica quirúrgica, por lo que debe realizarse en quirófano con anestesia local.
– El procedimiento dura alrededor de 1.5 a 2h, algo más que con otros rellenos.

 

Conclusión

El ácido hialurónico y el lipofilling son ambas buenas soluciones a la hora de frenar los efectos del envejecimiento. A la hora de valorar qué tipo de relleno es mejor, tendremos que tener en cuenta qué es lo que queremos mejorar. El ácido hialurónico es perfecto a la hora de retocar pequeños defectos concretos con poco aporte de volumen o cuando queremos evitar pasar por una cirugía menor. El lipofilling con nanofat es idóneo si quieres trabajar diferentes áreas faciales o una zona amplia, puesto que económicamente sale mejor de precio, es una opción más duradera, da un efecto fresco y natural, y cuenta con el extra de rejuvenecimiento cutáneo.