¿Qué es PRP?

El Plasma Rico en Plaquetas, también conocido como PRP, es una de las técnicas más utilizadas dentro de la medicina regenerativa. Con la administración de los factores de crecimiento tisular que contienen las plaquetas se favorece la estimulación de diversos procesos de regeneración; multiplicación de células sanas, desinflamación, eliminación de células dañadas, aumento de riego sanguíneo, creación de nuevos vasos, etc. Por todo ello es un método que ha ganado popularidad en el área de la medicina estética como tratamiento antienvejecimiento, ayudando a revitalizar y regenerar las células de la piel.

Procedimiento y aplicación.

La obtención de PRP es un procedimiento muy simple. Se extrae una pequeña cantidad de sangre del paciente y ésta se centrifuga a un número determinado de revoluciones por minuto. Los elementos de la sangre se fragmentarán y se podrá aislar la fracción de plasma para aplicarlo a través de microinyecciones superficiales en la piel. Con Lipocube PRP el proceso se vuelve aún más sencillo. El kit de Lipocube cuenta con todo lo necesario para una extracción rápida y eficiente, en un sistema estéril y aislado para garantizar máxima seguridad frente a la contaminación.
Al ser un producto biológico autólogo, no genera ningún tipo de alergia o reacción. El PRP es un tratamiento seguro, sencillo y de ámbito ambulatorio que siempre debe ser aplicado por un profesional médico.
En cuanto a su aplicación, hay variaciones según la zona y tratamiento. Por lo general las sesiones tienen una duración de hora/hora y media. Para conseguir resultados óptimos, lo ideal es realizar 3 sesiones con intervalos de un mes. Para el mantenimiento es recomendable una sesión cada 6 meses.

Tratamientos con PRP.

El PRP es un producto muy versátil. Gracias a sus propiedades regenerativas es utilizado en una gran cantidad de tratamientos tanto estéticos como terapéuticos, como por ejemplo:

  • Para mejorar la estructura y severidad de cicatrices, tanto las producidas por acné como las cicatrices traumáticas.
  • Mejora de la calidad de la piel del rostro hidratándola, aportando luminosidad y mejorando su textura.
  • Tratamiento de estrías.
  • Prevención de alopecia y post trasplante capilar.
  • Tratamiento para ojeras.
  • Rejuvenecimiento de manos.
  • Mejora de arrugas finas.
  • Tratamiento de lesiones músculo-esqueléticas.
  • Dermatología.
  • Cura de heridas.
  • Úlceras diabéticas.

De todas formas, a pesar de ser un método totalmente natural y tiene riesgo mínimo, hay que tener en cuenta que su utilización no es aconsejable en circunstancias como: embarazo, lactancia, historial de mala cicatrización, anticoagulación, con pacientes con infección o inflamación de la piel a tratar, en pacientes con antecedentes de enfermedades sistémicas.

Conclusión.

El PRP es un tratamiento cada vez más demandado a medida que se avanza en su investigación. Funciona como tratamiento preventivo, restitutivo, curativo y paliativo, y cubre todas las áreas de la medicina. Es evidente que debido a su efectividad, seguridad, bajo coste y fácil manejo, el uso de PRP se posiciona como un método exitoso a la hora de necesitar un tratamiento con fines regenerativos.

¿Quieres saber más sobre diferentes terapias regenerativas? Visita Lipocube Academy – Lipocube